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Comic Sans una revolución tipográfica

Hola estimado lector en esta ocasión quiero hablarte de un tema que me parece muy importante pero antes, si tu quieres saber más de la “Comic Sans” esté artículo no es lo que estás buscando, el objetivo de este artículo es profundizar en la forma y la importancia de la selección tipográfica.


Pero si tu quieres saber un poco más de la Comic Sans, te comparto este link que puede ser lo que estas buscando.


Aunque yo no utilizó la Comic Sans, creo que tiene una increíble historia, por eso la considero una de las grandes tipografías mundiales.


Ahora viajemos un poco al pasado y sitúate en 1995, estás frente a tu escritorio y tienes una Windows 95 sí bien no es la primera computadora del mundo, la gente ya le era familiar trabajar con una computadora, tenía una interfase innovadora, además ya era a color y lo más importante, tiene instalada la Comic Sans.


Te regreso al presente, hoy en día contamos con miles y miles de tipografías, algunas muy profesionales otras no, además hoy la disciplina del dibujo de las letras es mucho más amplio, ya hay más información y comprendemos mejor su uso, pero bueno; Simplemente escribe la palabra fonts en google y te saldrán miles de enlaces para descargarlas.


Ahora bien, volvamos a 1995, no vamos a profundizar a que te dedicas simplemente imagina que no conoces todo lo que existe hoy. Enciendes tu máquina y tienes que realizar un cartel, entras a Paint a diseñar tu cartel, pones los elementos y a la hora de escribir tu texto viene esa complicada decisión…



¿Cuál tipografía elijo?, antes no era tan complicado, no existían muchas tipografías, había unas muy formales como la “Times New Roman”, o algo más moderno como “Trebuchet MS”, si buscabas algo “juvenil” como “Arial”. Pero de repente sigues bajando el cursor y te encontrabas la “Comic Sans”, esa fuente que tiene algo diferente (recuerda no eres el diseñador, de hecho no te puse una profesión) que se resaltaba de las demás. Ese pequeño distintivo que tú notaste, lo notaron muchos.



Ese fue uno de los grandes problemas que tuvo la Comic Sans, su popularidad, no es que la tipografía fuera hermosa, simplemente se utilizo tanto que se perdió en el camino, nos olvidamos como nos ayudaba a comunicar ciertos mensajes informales y a cambio de eso se empezó a utilizar en informes, presentaciones, comunicados, en cualquier tipo de documento. Lo que claramente pasaba es que era un tipografía que no pertenecía a ciertos contextos, como de elegancia, formalidad o lectura.

Sin embargo la Comic Sans ha servido para descubrir que es perfecta para disléxicos. Las personas que sufren esta anomalía se sienten más cómodas leyendo la irregularidad de la letra porque evita confusiones, ejemplo: “oa” y “oo”; “rn y “m”. Lo que me permite creer que después de todo no está tan mal, permite ayudar a un grupo de personas, y nos permite descubrir hallazgos para mejorar la construcción de las letras.

Al final no te estoy pidiendo que la uses, simplemente quiero que seas consiente de “que no hay tipografías feas o bonitas, hay tipografías que funciona unas mejor que otras en ecosistemas específicos” y nuestra tarea es conocer las familias tipográficas y comprender perfectamente lo que queremos trasmitir para una elección correcta, recuerda que la selección correcta nos va apoyar a reforzar el mensaje.


Te comparto un link que tiene algunos ejemplos del uso de la Comic Sans.


¿Qué tipografía elijo?

Cuando llegamos a este punto, pasan muchas cosas, debemos de tomar decisiones y esas decisiones implican cosas como: lo que me gusta, lo que quiero comunicar, lo que quiero que vean, cómo puedo llamar la atención, etc.


¿Y qué tiene que ver la Comic Sans con esto? es muy sencillo, considero que me permite explicar cómo tomar las decisiones a la hora de elegir una tipografía.

Resulta que la Comic Sans fue diseñada por Vincent Connare, le encargaron desarrollar una tipografía para un software que se llamaba Microsoft Bob, que buscaba ser una tipografía que compartiera el estilo de la interfase, pues estaban usando Times New Roman para los textos y eso rompía con “el estilo”, con la forma de comunicar la aplicación, una tipografía tan formal como la “Times New Roman” rompía con al intensión del software de trasmitir amabilidad y diversión.



Si miras la imagen de arriba, todo parece una caricatura, observa al perrito, es una mascota que te esta guiando, una caricatura como un comic y de repente ves letras que son “aburridas”, la verdad no son aburridas, tienen otra intensión, buscan la legibilidad de los textos, sin embargo el ecosistema en el que viven es ajeno al mensaje, hoy en día podrías tomar una “mejor tipografía” y lograr que todo luzca como único, que mantengan un sólo estilo; O sea, que se integran, que forman una unidad.

Esa unidad de la que hablo, tiene relación con los elementos, por ahí podemos empezar. ¿Mi tipografía convive con mis elementos? .


La segunda consideración pero no menos importante es: ¿Mi tipografía es legible? esto es: se pueden leer todos los caracteres (letras), ¿se distinguen los caracteres?.

Otra consideración es: ¿Qué tanto protagonismo tiene que llevar mis letras? debe de ser sutil, debe de ser disruptiva, etc.


Ya tenemos las preguntas básicas, ahora ¿qué sigue?, así como cualquier otra disciplina del diseño requieres tener en tu mente muchas fuente tipográficas, por supuesto no tienes que ser un catálogo, pero es muy útil identificar a las familias porque a partir de la clasificación podremos hacer una búsqueda concreta y no tendremos que ver miles y miles de tipografías.


Así que la única forma de ver si dos o más tipografías funcionan, es haciendo pruebas, recuerda que el diseño es un proceso de experimentación y de subjetividad, no hay fórmulas, y tampoco hay verdades absolutas, pero si hay aprendizajes y con ayuda del criterio podremos elegir mejor nuestra fuente tipográfica.

Ahora te toca a ti, explorar y experimentar para encontrar combinaciones que llenen nuestro sentido de la estética.


DH.

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